Reducción de la huella de carbono en minería y metales: cómo desarrollar una estrategia y un plan de acción de descarbonización
La pregunta es cómo desarrollar un plan factible que cree valor y cumpla con el objetivo realista de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GHG). Cada instalación es única y no hay una solución que sirva para todos. La respuesta es una metodología comprobada que considere todos los aspectos de la instalación, identifique y evalúe las oportunidades potenciales de reducir las emisiones y priorice las soluciones de forma que se facilite la implementación. En última instancia, lo que queremos obtener es un plan de acción con objetivos viables que se apoyen en proyectos creíbles y viables.
Desarrollo de un plan de acción de descarbonización
Para ayudar a nuestros clientes a desarrollar estrategias de descarbonización, implementamos una metodología comprobada en torno al concepto del costo normalizado del carbono conservado (LCCC, por sus siglas en inglés) y la curva de costos de reducción. Esta herramienta poderosa nos permite identificar el potencial y el costo de cada oportunidad de reducción, compararlos con otros proyectos y priorizar los que formarán parte del plan de acción.
Las siguientes actividades describen brevemente la metodología en el contexto de una fundición de aluminio. Sin embargo, esta metodología también se ha aplicado con éxito en plantas de refinería de alúmina y de producción de otros metales, como fundiciones de metal base, refinerías y acerías integradas.
1. Identificar oportunidades
El primer paso es una revisión exhaustiva de las instalaciones para establecer los límites. Mientras el equipo de revisores integrado revisa cada parte de las instalaciones, se hacen tres preguntas: ¿Cómo puede optimizarse o modificarse el proceso existente? ¿Qué otras tecnologías se pueden aplicar? ¿Qué solución podemos usar para el final del proceso? Para identificar y evaluar las oportunidades se necesita un profundo nivel de conocimientos. En función del requerimiento, algunas áreas requerirán expertos especialistas, como en la fundición de aluminio o la generación de energía.
2. Evaluar y determinar el costo de las oportunidades
Antes de la primera selección, se calcula el potencial de reducción de GHG y luego se hace una estimación de alto nivel de los costos de capital y operativos. Se identificarán varias oportunidades para varias partes de la planta y se definirá un alcance de alto nivel para saber qué se necesita para implementar los cambios, incluidos los costos asociados. La estimación incluye elementos de costo clave de proveedores, ingeniería, construcción y del propietario.
3. Seleccionar las oportunidades
Durante la fase de primera selección, las iniciativas se aplican a fuentes de emisiones específicas y se evalúan considerando las barreras y los riesgos de implementación. Debe tenerse en cuenta que este paso no se hace con todas las oportunidades: solo las que superen la evaluación seguirán a la próxima fase.
4. Desarrollar el LCCC
Para incluir la inversión de capital y los costos operativos continuos de la evaluación, se calcula el LCCC. Este método pone a ambos parámetros en pie de igualdad para identificar y priorizar los proyectos que agregan más valor y que deben implementarse primero. El cálculo del LCCC se hace con un modelo de flujo de fondos descontados con criterios integrados establecidos por el propietario.
5. Establecer la curva de costo de reducción
Una vez que la lista de oportunidades se reduce a una selección de proyectos con costos identificados y normalizados, se pueden comparar los proyectos mediante una curva de costos de reducción. La curva de costos de reducción grafica los proyectos del valor más negativo (los que ahorran dinero) al valor más positivo frente a la cantidad de CO2 que se reducirá. Este gráfico ofrece una representación clara y notoria de cuáles son los proyectos que tendrán mayor impacto.
6. Evaluar los proyectos potenciales
La evaluación de los proyectos de reducción potenciales es un proceso iterativo. Es posible que no sea necesario implementar todos los proyectos para que una instalación alcance su objetivo. La evaluación identifica qué proyectos se deben seleccionar y la reducción de GHG a lo largo del tiempo. La selección final identifica todas las partes del plan de acción de descarbonización.
7. Construir el plan de acción de descarbonización
Los proyectos seleccionados ahora pueden distribuirse en una línea de tiempo que muestre los pasos que se tomarán para lograr el objetivo de reducción de emisión de GHG. Esta línea de tiempo también muestra el perfil de inversiones que se necesita para implementar los proyectos, las barreras y las facilidades que deben monitorearse según corresponda, y los puntos clave de decisión. Este paso es un entregable importante que puede comunicarse a las partes interesadas clave.
El plan de acción es dinámico e iterativo. Una vez que los proyectos se implementan y se mide su impacto, es posible que el plan de acción deba ajustarse en función de los resultados, al agregar proyectos que inicialmente no se habían seleccionado o eliminando aquellos que ya no se necesiten.
8. Implementar los proyectos
Si hacemos bien nuestro trabajo en las primeras etapas, es más probable que tengamos éxito en la implementación. Si la determinación del alcance se hace correctamente durante la etapa de desarrollo, los proyectos de alta prioridad pueden comenzar de inmediato. El alcance del trabajo se confirma rápidamente y se puede comenzar un plan de ejecución sin demoras, lo cual permite un proceso de implementación armonioso entre el propietario, la firma de ingeniería y el fabricante de equipo original.
Conclusión
Una metodología estructurada es la mejor forma de desarrollar una estrategia de descarbonización creíble basada en un plan de acción que pueda implementarse. Identifica con claridad, evalúa y prioriza los proyectos que, una vez implementados, ayudarán a las organizaciones a cumplir con sus objetivos de reducción de GHG. Un factor crítico para el éxito es tener acceso a personas con un conocimiento profundo de los procesos y la ejecución de proyectos. Permite establecer un plan de acción que asegure el éxito desde el inicio de la fase de implementación. Y los beneficios no terminan allí: Una vez que el objetivo esté a la vista, el proceso probablemente empezará de nuevo con un objetivo diferente y más agresivo, hasta lograr nuestras ambiciones de cero emisiones netas.
Más información
El Dr. Trevor Bergfeldt y Stephan Broek presentarán su trabajo Cómo Identificar y Establecer Prioridades mediante Planes de Acción en Proyectos de Descarbonización (Identifying & Setting Priorities through Road Mapping of Decarbonization Projects) en la Cumbre para un Aluminio más Verde, que se llevará a cabo el 2 de junio de 2021. Para registrarse para el evento, haga clic aquí.
Dr. Trevor Bergfeldt
Director global de descarbonización y sustentabilidad, Metales
Trevor cuenta con veinte años de experiencia en entrega de proyectos, desarrollo comercial y tecnológico, gestión de operaciones, eficiencia de recursos y creación de cadena de valor circular. Comenzó su carrera en una empresa líder de recursos multinacional; más específicamente en una de las más grandes fundiciones de metal base completamente integradas cumpliendo tareas de investigación aplicada, soporte técnico, ingeniería de la producción y gestión de proyectos. Pasó los siguientes diez años volcando esa experiencia en el desarrollo de soluciones técnicas innovadoras para los desafíos de sustentabilidad en tareas ejecutivas y de gestión con proveedores globales de equipos de procesos y tecnologías limpias. Trevor se unió a Hatch en el año 2019 para ayudar a combatir el cambio climático acelerando la transición de la industria hacia una economía libre de emisiones de carbono. Trevor posee los títulos de licenciado y doctor en química de la Universidad de Saskatchewan.