Primero la comunidad, luego la ingeniería: cómo ejecutamos un proyecto de infraestructura con pleno apoyo de la comunidad en el ex Campo Ipperwash
El respeto es un concepto simple, pero a menudo se lo subestima como un componente integral del éxito de un proyecto. Es algo que debe estar presente en todos los niveles y debe sentirse en las comunidades en las que trabajamos. Debe ser una cuestión personal, además de ser un valor corporativo. En esencia, el proyecto no siempre tiene que agregar valor por el motivo por el que se lo implementa, sino más bien para las personas involucradas.
Estos valores —el respeto y la confianza— tienen una importancia fundamental y nos llevaron a la experiencia reciente con el proyecto de viviendas para la Nación Originaria Stony Point, en el cual se les brindaron nuevas viviendas a los residentes de la comunidad Stony Point, que ha enfrentado y continúa enfrentando muchas dificultades que comenzaron mucho antes de la famosa Crisis Ipperwash de 1990. No fue fácil escuchar sus historias, pero si ellos tuvieron el valor de contarlas, nosotros tuvimos que tener el valor de escucharlas. Quería ser parte de la solución y nuestro equipo quería estar del lado correcto de la historia. Hoy podemos ver el trabajo que hicimos en colaboración con la comunidad y apreciar el enorme impacto positivo que tuvo para quienes participaron en él: hogares saludables para todos los residentes de Stony Point.
Tiempo y confianza
Las relaciones se construyen sobre la base de la confianza, del entendimiento mutuo y, en este caso, de la reconciliación con los pueblos indígenas en un lugar preponderante. Fue necesario establecer todos estos factores con la comunidad desde el inicio y fomentarlos hasta la finalización, e incluso más allá.
Desarrollar relaciones con la comunidad era primordial para mí y para el equipo participante, porque queríamos que aquellos afectados por el proyecto tuvieran la certeza de que serían el centro de los resultados del proyecto en todo momento. Es fundamental entender que no se le puede pedir a alguien que haga o acepte un cambio solo con una conversación. A nuestro equipo le llevó meses de una relación basada en el cuidado y el respeto lograr reubicar a los miembros de la Nación Originaria Stony Point en sus nuevos hogares.
La conversación y la comunicación
El éxito de un proyecto está íntimamente ligado al conocimiento y la comprensión de las historias, las culturas, los protocolos, los valores, las aspiraciones y la gestión de las comunidades Indígenas. Para ello, lo principal es la participación y la comunicación efectivas.
Todos debemos hacernos cargo y ser responsables por la forma en la que nos relacionamos; las relaciones respetuosas siempre comienzan con la escucha: escuchar no solo esperando una respuesta, sino escuchar para entender. Claro que esto no es tan fácil como parece, en especial cuando entran en juego factores variables como la historia y la diversidad de pensamiento. Las conversaciones no siempre son fáciles y eso está bien. No dude en reconocer cuando no sabe algo y haga preguntas. Sea abierto, paciente y honesto. Y siempre haga sus tareas, porque la preparación y la sensibilidad a los factores preponderantes son muy importantes.
Nuestra participación en el proyecto Stony Point comenzó con una invitación a la comunidad, seguida de una encuesta y una charla con cada miembro de la comunidad. Nuestra intención era entender qué podría motivar a las personas a quedarse o a tomar la decisión de mudarse. Respondimos todas las preguntas: desde costos hasta la obtención de permisos y las necesidades de espacio de almacenamiento. Tuvimos en cuenta todas las inquietudes que nos plantearon al momento de ofrecer orientación para el diseño de este proyecto de ingeniería. La participación comunitaria estuvo presente desde el inicio, pero fue igual de importante durante todas las etapas. Nos reunimos con la comunidad en forma constante y hablamos abiertamente, presentamos alternativas cuando nuestro equipo de ingeniería lograba encontrar soluciones únicas y compartimos nuestros hallazgos con todos los participantes. También enviamos boletines informativos para la comunidad cada quince días para que todos estuvieran actualizados; este fue un medio de comunicación constante, y todos contaban con ella. Es importante mencionar que siempre va a haber una cierta resistencia al cambio, pero esas perspectivas son muy importantes porque podrían ofrecer opiniones diversas para tener en cuenta.
Una visión comunitaria compartida
Cuando las comunidades locales se sienten dueñas de un proyecto a cierto nivel y confían en que este les brindará beneficios a largo plazo, sus miembros están más dispuestos a hablar sobre adaptaciones y es más fácil abordar los obstáculos como las preocupaciones sobre el medioambiente, las creencias tradicionales y espirituales y la gestión de tierras. Prioriza la creación de condiciones que permitan el beneficio mutuo y una sociedad gana-gana a largo plazo.
El concepto de visión compartida incluye dos partes: nuestros equipos y la comunidad. En primer lugar, la fusión de ingeniería y participación comunitaria que se produjo respaldó el enfoque holístico del trabajo del que formamos parte. Actuamos como un equipo y obtuvimos resultados positivos. En segundo lugar, la comunidad fue quien definió el proyecto y se adueñó de él, y de esa forma también se adueñó de los logros. Su emoción fue un éxito para nosotros y fue nuestro mayor logro.
Cada proyecto es único y no hay una solución que sirva para todos. Si bien en general hay complejidades, la simpleza reside en tomarse el tiempo necesario, ser respetuoso, saber cómo responder a las inquietudes, ser honesto y ser sensible; exactamente lo que esperaría cualquiera de nosotros en una situación similar. Aunque a veces se tiende a magnificar las diferencias de opinión, nunca debemos perder de vista el panorama más amplio. Después de todo, estamos todos juntos en esto.
Kathleen Wood
Gerente, Colaboración con la Comunidad
Kathleen es una profesional de participación comunitaria y de consulta pública con más de 15 años de experiencia, especializada en relaciones con las comunidades Indígenas, gestión de partes interesadas y administración de bienes territoriales en todo Canadá. Muchos la describen como alguien que sabe escuchar para buscar oportunidades de beneficio mutuo y que con frecuencia toma la delantera para impulsar soluciones innovadoras y efectivas para la participación.