Cómo lograr un cambio positivo y sustentabilidad a largo plazo mediante las relaciones con la comunidad

Escrito por Innocentia Mahlangu|8 de septiembre de 2020

Para poder enfrentar los desafíos de la COVID-19, muchas empresas han modificado, adaptado o complementado sus ofertas de productos y servicios para ayudar a generar una amplia variedad del soporte y las soluciones que tanto se necesitan.

Si bien muchos lo han hecho por necesidad, otros han reconocido su responsabilidad social para con la comunidades locales y de todo el mundo en las que operan. Algunos reconocen que los beneficios se extienden a la rentabilidad y sustentabilidad a largo plazo, tanto de su empresa como de la comunidad.

Hay muchas lecciones importantes que pudimos aprender en los últimos meses. Quizás una de las más destacables es cuán interconectados estamos como una sociedad y una economía globales. Necesitamos aprender a trabajar mejor juntos como países, como comunidades, como empresas y como individuos, con el objetivo de lograr nuestras metas en común.

 

"Relaciones con la comunidad" no es solo una frase de moda: es fundamental para los resultados finales

A medida que las empresas notan los beneficios comerciales (y a menudo la necesidad) de apoyar a sus comunidades, el rol de las iniciativas de responsabilidad social corporativa, que antes quedaba en un segundo plano, comienza a tomarse más en cuenta en la sala de conferencias.

No obstante, aún hay mucho trabajo que hacer para llegar desde la identificación de la necesidad hasta la implementación y la estrategia. ¿Cómo puede su empresa hacer cambios positivos y al mismo tiempo lograr rentabilidad y sustentabilidad a largo plazo?

 

Cinco lecciones aprendidas de los éxitos de iniciativas locales para la lucha contra la COVID-19 en Sudáfrica

La pandemia ha expuesto el riesgo global de confiar demasiado en mercados únicos para la fabricación de equipos de protección personal (EPP) para los trabajadores de la salud que están en la primera línea de combate. En un artículo para Engineering News, Schalk Burger explica que Sudáfrica, como gran parte del mundo, tenía una capacidad interna limitada de fabricación y abastecimiento para distribuir la gran cantidad de EPP que necesitaba el país.

En un esfuerzo por resolver este problema en Sudáfrica (que históricamente siempre importó todo su EPP) la coalición Business for South Africa (B4SA) elaboró una plataforma de adquisición de EPP. El objetivo es facilitar el desarrollo de la capacidad de fabricación local de EPP médico para cumplir con la demanda de forma autosuficiente, con los beneficios económicos adicionales de traer nueva vida al débil sector de fabricación local, lo cual creará oportunidades de empleo que son muy necesarias. Empresas de diversos sectores de la industria se han unido al gobierno y a la fuerza de trabajo para resolver el problema de forma colaborativa, integrando formas nuevas y abiertas de trabajar para generar soluciones innovadoras que beneficien a las comunidades locales. Hasta la fecha, veintiséis compañías locales han recibido el respaldo y han sido acreditadas como fabricantes de EPP médico.

Otra iniciativa local, el Proyecto de Respiradores Umoya, ha reunido a expertos de diversas disciplinas. Es una iniciativa a cargo de un grupo de médicos, ingenieros, diseñadores y especialistas en impresión en 3D que busca ofrecer soluciones de asistencia respiratoria simples y de bajo costo, como respuesta la pandemia de COVID-19. El diseño es una solución que usa tecnología básica de bajo costo cuyo resultado inmediato puede ser proteger la vida de pacientes que todavía no necesitan ventilación invasiva, lo que mejoraría la tasa de supervivencia. Umoya es un emprendimiento social establecido con el objetivo a largo plazo de eliminar y superar algunos de los obstáculos que representan los costos para la atención médica en los países en desarrollo. Hatch está ofreciendo soporte en la gestión de proyectos para el equipo de Umoya durante la rápida fase de desarrollo y producción de los dispositivos, tomando el rol de socio durante el proceso de establecimiento de este emprendimiento social, y también ofreciendo algo de asesoramiento especializado sobre ciertos aspectos técnicos específicos.

“Trabajar con Hatch nos ha permitido tener un espacio de reflexión e intercambio de ideas y nos ha ayudado a mantener el rumbo en este recorrido que es nuevo para la mayoría de nosotros” – Equipo de Umoya

Nuestros propios equipos de expertos han obtenido conocimientos valiosos al trabajar en estas importantes iniciativas para ofrecer soporte para la gestión de proyectos y análisis de datos. Estas son algunas de las lecciones que aprendimos de estos proyectos impulsados por la comunidad en Sudáfrica:

 

  1. Pensar más allá de la oferta comercial tradicional
    Solo porque su organización tiene experiencia ejecutando soluciones para un tipo particular de cliente, no quiere decir que no cuente con las herramientas para ejecutar esas mismas soluciones para otro tipo de clientes, o para ejecutar soluciones completamente distintas. Cuando evalúa las capacidades de su equipo desde una perspectiva de las habilidades y no desde la perspectiva de la industria, abre la puerta a oportunidades diferentes de participar y contribuir a satisfacer las necesidades de las comunidades a su alrededor.

  2. Alentar la colaboración dentro y fuera de su organización
    Buscar oportunidades para colaborar y aprender cómo trabajar bien en forma colaborativa en entornos con varios equipos e industrias, le permitirá generar un gran nivel de adaptabilidad en su organización. Además de preparar a su organización para contribuir en forma productiva a los esfuerzos comunitarios, también servirá para encontrar oportunidades sin precedentes de crecimiento, mediante un enfoque más abierto en cuanto a la generación de relaciones. Por ejemplo, el proyecto de B4SA incluye a un grupo de líderes de negocios sudafricanos que se han unido de forma voluntaria para colaborar con el gobierno y la fuerza laboral a fin de abordar la creciente necesidad de EPP y equipamiento médico para luchar contra la COVID-19 en Sudáfrica.

  3. Generar un enfoque que priorice a las personas en la incorporación de habilidades y la innovación
    Su personal es quien está en la primera línea en lo que respecta a los efectos de un evento como la COVID-19. Tuvieron que adaptar sus rutinas laborales a nuevas ubicaciones, a menudo con nuevo software y nuevas formas de interactuar con colegas y clientes. Una situación así presenta muchos desafíos, pero también muchas oportunidades para aprovechar las ventajas de contar con nuevas perspectivas y el apoyo a las nuevas actividades de aprendizaje de habilidades. Tómese el tiempo para escuchar las ideas individuales de las personas de su organización para entender cómo su empresa podría hacer las cosas mejor o descubrir nuevas formas de contribuir a los esfuerzos emergentes para el desarrollo comunitario. Deje que las personas lo guíen.

  4. Utilizar la tecnología digital para aprovechar las oportunidades de trabajo remoto
    La tecnología digital ha posibilitado la transición al trabajo remoto para muchas organizaciones y también facilita las colaborativas entre compañías orientadas a importantes iniciativas comunitarias. Aprovechar el potencial de las tecnologías digitales nuevas y más avanzadas le permitirá contar con mejores oportunidades para su organización, tanto para manejar la incertidumbre de la pandemia como para generar un conjunto completo de capacidades innovadoras de colaboración, sin necesidad de una interacción personal. Tanto el proyecto Umoya como el B4SA se ejecutaron en forma remota, sin interacción cara a cara entre los individuos de distintas disciplinas, algunos de los cuales no se conocían antes de iniciar el proyecto.

  5. Hacer de las relaciones con la comunidad una parte clave de la planificación comercial a largo plazo de su organización
    Las relaciones con la comunidad deben reformularse como una estrategia de planificación comercial a largo plazo, no solo como un esfuerzo único o aislado en tiempos de necesidad. Cuando apoyamos el crecimiento de las comunidades en las que operamos y contribuimos a él, fomentamos ciclos virtuosos que benefician a nuestras organizaciones a largo plazo. Quizás se trate de generar una relación con un nuevo tipo de organización que un día podría llegar a ser nuestro cliente. O de apoyar esfuerzos educativos en vecindarios desfavorecidos que finalmente nos permitirán contar con personas capacitadas para enriquecer nuestra reserva de talentos. Podría consistir en brindarles a las personas habilidades digitales en un proyecto impulsado por la comunidad hoy, para que su organización esté preparada para las nuevas formas de trabajar el día de mañana. En esencia, las relaciones con la comunidad son una estrategia a largo plazo para el crecimiento de su organización.

 

Este es el momento de escuchar, aprender y conectarse con otros

El primer paso para encontrar nuevas maneras de generar un cambio positivo en nuestras comunidades es estar abierto a nuevas ideas, a escuchar y a aprender. ¿Cuáles son los desafíos? ¿Qué necesitamos? ¿Qué habilidades y capacidades podemos ofrecer? ¿Qué han hecho los demás? ¿Cómo cambiaron el rumbo para satisfacer una necesidad de la comunidad? ¿Qué herramientas y apoyo necesitaron para alcanzar su objetivo? ¿Qué causas o iniciativas están alineadas con los valores de nuestra empresa?

El paso siguiente es comunicarse y empezar a conversar con las personas fuera de nuestra organización, e incluso con personas fuera de nuestra industria. Dígales a las personas que está interesado en colaborar para resolver un problema específico. Descubra si a su organización le conviene unirse a un esfuerzo existente o si prefiere invitar a otros a construir algo único y diferente. Después de todo, la pluralidad de ideas resuelve los desafíos más difíciles de nuestro mundo.

Nunca antes hemos visto con tanta claridad cómo las formas en las que estamos interconectados como una sociedad global pueden resultar devastadoras. Pero también nos ha permitido vislumbrar el gran impacto que podríamos tener si aprovecháramos las oportunidades en forma proactiva y trabajáramos juntos en pos de un cambio positivo.

Innocentia Mahlangu

Gerente del Proyecto, Grupo de Ejecución de Proyectos

Innocentia Mahlangu tiene más de ocho años de experiencia en funciones relacionadas con la ejecución de proyectos, como ingeniera de diseño/residente, gerente de construcción, gerente de proyectos y funciones auxiliares en controles de proyectos. La experiencia técnica de Innocentia se desarrolló en el campo del diseño y la ejecución de la infraestructura ferroviaria, donde trabajó en varios proyectos en sus distintas fases, desde la fase del concepto, pasando por la ingeniería detallada hasta las fases de construcción. Su nombre apareció en el Mail & Guardian entre los 200 principales jóvenes sudafricanos y recibió el premio regional Ingeniero Joven del Año otorgado por el Instituto Sudafricano de Ingeniería Civil (SAICE). Ahora se desempeña de manera voluntaria como coordinadora del panel de Diversidad e Inclusión del SAICE.

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