Cinco principios para crear una infraestructura resiliente
El cambio climático agrega una nueva dimensión a la gran cantidad de incertidumbres que enfrentan quienes toman decisiones en el sector gubernamental y privado. Al planificar las futuras inversiones y las operaciones de infraestructura se deben tener en cuenta los cambios en el nivel del mar, las tormentas y los patrones climáticos. Nuestro conocimiento de estos riesgos continúa evolucionando. Por ejemplo, en el estado de California, las directrices actuales para la infraestructura prevén un aumento del nivel del mar de hasta 61 centímetros para el año 2050 y de hasta 167 centímetros para el año 2100, pero es posible que una próxima revisión requiera una planificación para alcanzar mayores niveles de ascenso.
Ante la incertidumbre, ¿cómo debemos planificar, diseñar y construir una red de infraestructura que se adapte a las condiciones climáticas cambiantes y responda a las necesidades de los usuarios en los próximos cinco años, y también en los próximos cincuenta años? El concepto de resiliencia se enfoca en la creación de sistemas que puedan sostenerse, adaptarse y surgir aún con más fortaleza de las alteraciones que se producen en todo el sistema, incluidas aquellas que son causadas por el cambio climático.
Para fortalecer la resiliencia de la infraestructura, nos centramos en la autosuficiencia. Al aprovechar el valor económico, ambiental y social intrínseco de una región, podemos crear soluciones con varios beneficios que ofrezcan infraestructura, desarrollo comunitario y servicios ecosistémicos. Estas soluciones están orientadas a ser intrínsecamente financiables, atraer promotores comunitarios y políticos y cumplir con las regulaciones existentes. Nuestra meta es diseñar soluciones de infraestructura resilientes que se financien y se entreguen dentro de un plazo de diez años.
Los principios que guían nuestro enfoque son cinco.
- Enfoque en las finanzas. Las oportunidades de generar valor se deben considerar desde el principio y rentabilizar claramente para que sea posible implementarlas con éxito. Las estrategias incluyen servidumbres ecológicas, bonos de garantía para los servicios de ecosistemas y distritos de financiamiento de infraestructura.
- Las comunidades empoderadas son más resilientes. El bienestar de las poblaciones vulnerables es un indicador fundamental de la resiliencia general de una región. En una escala de distrito, los proyectos pueden conectarse para aprovechar oportunidades de capturar alto valor con comunidades vulnerables cercanas. Las estrategias incluyen centrarse en los beneficios comunes antes de identificar soluciones e impulsar a los promotores de la comunidad con el objeto de fomentar las inversiones relacionadas con la resiliencia.
- Actuar a nivel local, pensar a nivel regional. Los impactos del cambio climático van más allá de los límites de las ciudades y requieren soluciones intercomunitarias. Las estrategias incluyen conectar los servicios por vecindarios con los beneficios regionales y generar enfoques de diseño que puedan escalarse a varios sitios dentro de una región.
- Hacer que la naturaleza sea parte del diseño.. Las soluciones de resiliencia basadas en ecosistemas son un complemento importante para las soluciones de infraestructura gris más tradicionales. Las estrategias incluyen diques horizontales, tratamientos de aguas residuales basados en pantanos y la evaluación de soluciones de infraestructura gris mientras las soluciones basadas en ecosistemas se afianzan.
- Actuar ahora y adaptar según corresponda. Nuestra comprensión de los riesgos del cambio climático está evolucionando, y nuestras respuestas deben seguir el mismo camino. Las estrategias incluyen la introducción progresiva de servicios, a medida que las comunidades adoptan los proyectos como propios e identifican proyectos a corto plazo que se alinean con los planes existentes y sientan las bases para las inversiones a largo plazo.
Por ejemplo, el Área de la Bahía de San Francisco es una zona de un valor enorme. El valor del ecosistema de la región alcanzó aproximadamente USD 300 millones en 2017[1]. Su PIB ocupa el decimoséptimo puesto en el mundo, y se ubica justo delante de los Países Bajos[2],[3]. A pesar de las luchas continuas en relación con la accesibilidad, el Área de la Bahía tiene el nivel más alto de movilidad social en los Estados Unidos[4]. Este valor se ve amenazado por el aumento del nivel del mar, cuyos costos de reposición bajo las tendencias de desarrollo normales de la actividad se calcula que ascenderán a USD 90 mil millones (2017)[5]. Las comunidades, los gobiernos y las empresas privadas de toda la región deberán buscar soluciones ante las inundaciones y el aumento del nivel del mar, que también sirvan como catalizadores del desarrollo económico, proporcionen acceso a la costa y generen modelos replicables de prestación de servicios. En Hatch, junto con nuestros socios comerciales, desarrollamos este enfoque para nuestra aplicación al desafío Resilient by Design | Desafío del Área de la Bahía.
Para ofrecer una infraestructura que fortalezca la resiliencia de una región hasta 2050 y más allá, será necesario aplicar un enfoque multidisciplinario a nivel del sistema, que sea impulsado por una profunda compresión de las necesidades, los mecanismos de financiamiento y los requisitos regulatorios de las partes interesadas. Las inversiones exitosas quedarán en poder de las comunidades, protegerán lo valioso y continuarán desarrollándolo, y harán posible la intersección sostenible de la sociedad, la ecología y la economía.
[1] Battelle Memorial Institute para la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (National Oceanic and Atmospheric Administration, NOAA). Dólares del año 2008 actualizados a dólares de 2017 usando como cálculo de la inflación el IPC de la Oficina de Estadísticas Laborales de los EE. UU.
[2] Instituto Económico del Consejo del Área de la Bahía. “El crecimiento del PIB del Área de la Bahía la coloca entre las mejores economías de la nación” (septiembre de 2016).
[3] Fondo Monetario Internacional, conjunto de datos de “Producto interno bruto, precios actuales”, base de datos de World Economic Outlook (abril de 2017).
[4] SFGate.com, “S.F., Silicon Valley conduce a la nació en el ascenso social”, Andrew Ross (23 de enero de 2014).
[5] Pacific Institute. Los impactos del aumento del nivel del mar en la bahía de San Francisco (julio de 2012). Dólares del año 2000 actualizados a dólares de 2017 usando como cálculo de la inflación el IPC de la Oficina de Estadísticas Laborales de los EE. UU.