Grandes proyectos: cómo aumentar el valor

Escrito por Michael Sutherland

La asociación público-privada demostró que se puede ahorrar hasta un cinco o diez por ciento en comparación con los métodos de entrega tradicionales. Para un proyecto valuado en mil millones de dólares, ese es un ahorro importante. nbspEn particular, es al principio de los proyectos (a comienzos del ciclo de diseño), donde se encuentran las grandes oportunidades de valor.

Canadá se convirtió en un líder mundial en el uso de asociaciones público-privadas para suministrar infraestructura. En el proceso, aprendimos algunas lecciones. Así como hay oportunidades importantes (y beneficios que se pueden conseguir) al permitir la tensión competitiva, el mercado de ideas y las prácticas de debida diligencia se perfeccionaron dentro de los proyectos de asociación publico-privada para llegar un poco antes en el ciclo de desarrollo a las fases de planificación y diseño de proyectos.

Ya sea en proyectos nuevos o de reacondicionamiento, un organismo o una agencia gubernamental generalmente es el impulsor de una asociación público-privada tradicional. Por lo general, tiene la tarea de hacer avanzar un proyecto, ya sea de transporte, un parque, un hospital o una escuela, con algunos objetivos sencillos: mejorar la vida de las personas y entregar el proyecto a tiempo y dentro del presupuesto.

Hay dos razones principales por las cuales los gobiernos de todo el mundo están adoptando el modelo de asociación público-privada para realizar proyectos de infraestructura: la seriedad de los plazos y el reconocimiento de la capacidad del sector privado para manejar riesgos clave. Al transferir de forma efectiva el riesgo de la entrega al sector privado, se crean oportunidades para la innovación y para la entrega de proyectos definidos de la manera más eficiente posible. Las evaluaciones de la relación entre calidad y precio demuestran que los ahorros que hace posible el modelo de asociación público-privada en comparación con los métodos de entrega tradicionales suelen ser de cinco a diez por ciento. Si bien esto es incremental, en los proyectos valuados en más de mil millones de dólares el cinco por ciento sigue siendo un ahorro importantísimo.

En particular, es al principio de los proyectos (a comienzos del ciclo de diseño), donde se encuentran las grandes oportunidades de valor. El hecho de perfeccionar o rediseñar ingeniosamente un proyecto puede aumentar el rendimiento sobre el capital empleado en un cien por ciento o más. De hecho, un rendimiento del ciento por ciento no es poco realista para un gran proyecto de infraestructura que haya sido hábilmente diseñado en comparación con los conceptos iniciales del proyecto. Como mínimo, se debe prever un aumento del cincuenta por ciento en las mejoras del diseño. Con demasiada frecuencia, estas oportunidades de mejora del diseño, y los posibles beneficios, no se concretan.

¿Cómo se inician los proyectos de infraestructura pública? Por lo general, una entidad gubernamental como un municipio tiene un plan maestro o documento similar que identifica los proyectos o programas necesarios para respaldar una idea. Se contratan consultores para perfeccionar y agregar detalles a los planes dentro de ámbitos de trabajo bien controlados y previamente definidos. (El gobierno debe mostrar que no desperdicia ni un centavo de los recursos de los contribuyentes.) Con suerte, el alcance de un proyecto adquiere impulso a nivel político, ya que varios objetivos deben cumplir con requisitos legislativos, como las evaluaciones ambientales. Si se financia, el proyecto entrará en fases de implementación en las que se pueden usar modelos de asociación público-privada para garantizar la entrega dentro del presupuesto y de forma puntual.

Generalmente, las grandes ideas para restablecer proyectos o considerar oportunidades de valor (muy diferentes de la ingeniería de valor) no ocurren, o al menos, no en la medida en que podrían o deberían hacerlo. La explicación es que es bastante difícil lograr que un proyecto comience; pocos quieren involucrarse en un proceso desafiante que les complique aún más las cosas. A veces se logran implementar proyectos que tienen oportunidades de mejora importantes.

Sin embargo, hay una manera de encontrar el valor significativo que falta en muchos proyectos y producirlo.

Las aspiraciones orientadas al beneficio del sector privado y del gobierno orientadas al beneficio público pueden funcionar juntas. Pueden crear procesos y proyectos innovadores que en última instancia beneficiarán a los consumidores finales.

Canary Wharf es un ejemplo apropiado de cómo la colaboración del sector público y privado (además del desafío asociado y la tensión competitiva) logran excelentes resultados para todos. Para dar un marco de referencia, Canary Wharf era una antigua área de la zona portuaria que se convirtió en un ajetreado distrito financiero de Londres, Reino Unido. Esta transformación necesitaba una red de transporte eficiente. Canary Wharf Group fue conocido por desempeñar un papel proactivo en la mejora de los enlaces de transporte, a través del diseño y el apoyo a varias generaciones de mejoras ferroviarias, que incluye las autopistas de Docklands Light Railway (DLR), la extensión de la línea Jubilee, y la línea Elizabeth (antes conocida como Crossrail), el mayor proyecto de ingeniería civil de Europa, que inaugurará pronto en 2018.

La participación del sector privado en la conceptualización de esta área fue innovadora, y la ciudad se benefició ampliamente al tener un desarrollo altamente orientado al transporte público. En el caso de Canary Wharf, el sector privado no se comprometió simplemente a entregar la infraestructura como habría sucedido con una asociación público-privada tradicional. En cambio, trabajó con el sector público para conceptualizar y diseñar la infraestructura desde el comienzo. En efecto, se dinamizó un mercado de ideas y se implementaron algunas buenas ideas. Es general la convicción de que sin Canary Wharf, una considerable proporción de esta infraestructura operativa no se hubiera podido crear.

El ejemplo de Canary Wharf ilustra la importancia de involucrar al sector privado mucho antes en el proceso de planificación para lograr buenos resultados en innovación, incluso desde la conceptualización del proyecto. Debe haber un alto grado de colaboración entre muchas partes: agencias gubernamentales, intereses privados y comunidades. De los procesos en los que el sector privado y el gobierno trabajen juntos surgirán importantes innovaciones.

El sector privado aporta la energía y la actividad que pueden complementar el proceso de innovación y generación de ideas. Los gobiernos se benefician de la participación del sector privado, pero deben ser socios comerciales razonables y productivos en sus esfuerzos por obtener el máximo valor de esta asociación. Si solo hay un socio, no es posible que se produzcan los beneficios de la tensión competitiva y la colaboración.

Los detractores podrían sugerir que la planificación colaborativa que involucra al sector privado o a múltiples entidades gubernamentales es redundante y excesiva: ¿Por qué deben participar varias partes en la planificación cuando una sola entidad podría hacerlo todo? Sin embargo, cabe pensar en esta pregunta de otra manera. El trabajo de planificación inicial no comprende más del uno o dos por ciento del costo total del proyecto. Si la colaboración permite tener mejores ideas y el beneficio es un aumento del cincuenta por ciento en la productividad y los beneficios de un proyecto de capital, ¿no vale la pena invertir ese uno o dos por ciento al comienzo?

Hatch y un pequeño grupo de profesionales fueron capaces de tender un puente entre el sector privado y el gobierno con efectividad y eficiencia. Con la experiencia técnica que entiende lo que el sector privado necesita y un profundo conocimiento de cómo funciona el gobierno, podemos ofrecer soluciones que ayuden a encontrar mejores respuestas para todos. La capacidad del gobierno para hacer inversiones importantes adquiere más valor cuando más partes participan anticipadamente del proceso de planificación, aun cuando eso incluye aceptar propuestas no solicitadas que el sector privado haga al gobierno.

Para ayudar a avanzar en este tipo de trabajo, Hatch reúne diversas partes con diferentes habilidades, ideas y metas para que puedan percibir las ventajas de trabajar juntas de nuevas maneras.

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