Carmen Giesbrecht
Ingeniera Estructural, Grupo de Ejecución de Proyectos
Carmen es un valioso miembro del grupo de Ingeniería Estructural de Hatch. Se especializa en ingeniería estructural industrial y pasó la mayor parte de su carrera en Hatch trabajando en la industria minera para respaldar el diseño, la construcción y el mantenimiento de la instalación de potasa en Saskatchewan. Durante los últimos años, se ha desempeñado como ingeniera de diseño estructural e ingeniera de campo para la fase 1 de un proyecto de modificación de una caldera, el que tuvo por objetivo reducir las emisiones en una mina de potasa. En 2023, Carmen adoptó el rol de líder estructural para la fase 2 del mismo proyecto de modificación de la caldera. Además, ha asumido el crucial rol de ser la inspectora líder de proyectos de integridad estructural en varias minas a lo largo de todo Saskatchewan. La expertise y dedicación de Carmen han tenido un gran impacto en el avance del campo de la ingeniería estructural industrial.
En 2023 recibió uno de los Premios al Cambio Positivo, un programa que reconoce a los empleados que contribuyen a que Hatch sea una organización inclusiva, que demuestran los valores del Manifiesto y que trabajan activamente para fortalecer a nuestros equipos diversos.
"Carmen es un miembro activo del comité de Diversidad en Inclusión de Canadá Occidental y del Comité de Participación Indígena de Saskatoon. Está comprometida con fomentar la diversidad y la inclusión en Hatch. Ella no duda en hablar sobre sus experiencias y lo que se puede hacer para que el entorno laboral sea un espacio seguro para todos”, afirmó Rohan, una de las personas que nominó a Carmen para el premio.
¿Por qué cree en la diversidad y la inclusión?
En mi experiencia, la diversidad de ideas es un aspecto importante de cualquier equipo. La importancia de trabajar en forma colaborativa con otras disciplinas durante todo el proceso del proyecto se ha vuelto más relevante desde la época en que entré a esta industria. De los proyectos en los que he trabajado, aquellos donde muchas disciplinas se combinaban para crear una solución integral y completa han sido los más exitosos y las mejores experiencias de aprendizaje, tanto para mí como para los miembros de mi equipo.
Este concepto, el de que la colaboración genera resultados más exitosos, aplica directamente al espacio de la diversidad y la inclusión. Si contamos con equipos más diversos, con personas de distintas procedencias, experiencias y opiniones, inevitablemente entenderemos mejor el problema que estamos intentando resolver como industria y contaremos con más y mejor información para diseñar una solución que satisfaga las necesidades de nuestros clientes.
¿Qué cree que debemos hacer como individuos para fortalecer la inclusión?
Estar más atentos a este tema es una pieza clave en cualquier análisis de diversidad e inclusión. Si la mayor parte del grupo no es consciente de cómo se ven perjudicadas las minorías que los rodean, no sabrán cómo ayudar a impulsar el cambio positivo. Incluir a todos en las conversaciones y crear espacios seguros para que las minorías y los aliados aprendan y crezcan es importante para generar un cambio significativo. No es realista esperar que todos actúen de manera perfecta durante sus primeras conversaciones sobre inclusión, y que sepan automáticamente qué hacer y qué decir. Esta es una de las principales lecciones que aprendí desde que empecé a participar del espacio de diversidad e inclusión: tenemos que ser pacientes y permitirles a las personas equivocarse en el camino, siempre que estén dispuestas a aprender de sus errores.
Una vez que nos volvemos más conscientes del problema, el paso siguiente es hablar de eso con quienes nos rodean y dar el ejemplo. Por mucho tiempo, los esfuerzos en pos de la diversidad y la inclusión estuvieron a cargo del grupo minoritario afectado, y aunque su participación y conocimiento es crucial, también es importante que los miembros de la mayoría se conviertan en líderes en el espacio de la inclusión.
Creo que esto debe comenzar desde arriba: las personas en puestos de liderazgo deben tomar medidas cotidianas para dar el ejemplo de qué significa tener una mentalidad inclusiva y deben hacerlo de la forma más pública posible, de manera de generar un modelo y precedente claros para quienes trabajan con ellos. Algo tan simple como hablar brevemente sobre seguridad psicológica al inicio de una reunión para crear conciencia sobre los desafíos que pueden estar enfrentando los demás puede tener un gran impacto. Esto puede ayudar a crear un espacio seguro para futuras conversaciones sobre inclusión dentro de los proyectos de Hatch y con nuestros clientes.
¿Qué significa para usted el cambio positivo?
Para mí, el cambio positivo implica dejar un espacio mejor de lo que estaba cuando entré en él. Ya sea en el proyecto en el que estoy trabajando, la oficina o los equipos en los que participo, o la industria en general. Hay muchas oportunidades para hacer cambios pequeños que, en el largo plazo, podrían tener un impacto mayor del que una piensa. Esta es una de mis mayores motivaciones para trabajar en búsqueda de espacios más inclusivos: saber que la futura generación de trabajadores que entren a esta industria no tendrá que enfrentarse a los mismos desafíos que la gente que me rodea y yo tuvimos que afrontar.
¿Cuáles considera que son los desafíos más complejos que enfrentan nuestros clientes?
Los desafíos más frecuentes que he visto enfrentar a los clientes de la industria minera recientemente son los problemas con la cadena de suministro y la escasez de recursos, tanto de mano de obra como de materiales. He visto cómo este problema ha afectado a casi todos los proyectos en los que trabajé durante el año pasado. Los programas de ejecución, tanto para la construcción como para la ingeniería, son difíciles de cumplir cuando hay un riesgo constante de plazos de abastecimiento de suministros prolongados o desconocidos, y la falta de recursos para ejecutar el trabajo en cada etapa del proyecto.
Aunque este es un momento intenso y emocionante para trabajar en la industria minera, con tantos cambios y oportunidades de trabajos nuevos, nuestros equipos de proyectos se vieron obligados a adaptarse en las fases de ingeniería, planificación de la construcción y comisionamiento, para poder satisfacer las necesidades de nuestros clientes.
¿Cuál es su mayor orgullo?
Este año tuve la oportunidad de estar en terreno durante la construcción de una nueva caldera y de la extensión de una edificación de una mina de potasa. Es el primer proyecto en el que tengo la oportunidad de ser la principal ingeniera de diseño estructural y de campo, y me da mucho orgullo ver cómo se levanta la edificación y el proyecto se concreta, tras haber trabajado en él durante el último par de años.
¿Qué es lo que más le gusta de trabajar en Hatch? ¿En qué sentido diría que la cultura de Hatch es diferente a la de otras empresas?
Lo mejor de trabajar en Hatch son las oportunidades y las personas. Desde que empecé en Hatch, siempre se me ha desafiado y he encontrado oportunidades para crecer. Me encanta poder llevar mi carrera en la dirección que quiera y que el equipo de liderazgo de mi oficina apoye mi crecimiento profesional, y que participen activamente ayudándome a identificar y tomar nuevos roles, buscando proyectos desafiantes que permitan que me desarrolle. Durante mi tiempo en Hatch, no solo me he cruzado con personas que me ofrecieron una mentoría invaluable, sino que también he conocido a algunos de mis amigos más cercanos. Venir a trabajar cada día resulta fácil, sabiendo que participo en proyectos emocionantes y desafiantes, y que estoy rodeada de un gran grupo de personas.
Algo que, en mi opinión, diferencia a la cultura de Hatch de la de otros lugares en los que he trabajado, es que se alienta a todos a trabajar como un solo equipo. Sin importar en qué oficina o región estén, si están en un puesto junior o sénior, ni de qué unidad de negocios participen, la impresión es que no hay barreras en la comunicación para pedir ayuda técnica para un proyecto, asesoramiento sobre la carrera o mentoría, o para participar en áreas nuevas de la empresa. Si están motivados y tienen iniciativa, la sensación es que no hay límites a los proyectos en los que se puedan involucrar o la red que puedan llegar a construir.